Gran marcha en Belém por el clima, mientras las negociaciones en la COP30 encallan
Decenas de miles de manifestantes, entre ellos numerosos indígenas, marcharon el sábado en Belém para "presionar" a los negociadores de la COP30 para que tomen medidas urgentes contra el calentamiento global, como preservar la Amazonía y acabar con los combustibles fósiles.
Brasil, anfitrión de la conferencia de la ONU que se celebra en esta ciudad amazónica, sigue en consultas con las delegaciones para destrabar temas en discordia, como quién debe pagar la cuenta de la crisis climática.
La marcha partió de un mercado local y llegó hasta un punto cercano al Parque da Cidade, sede de la COP30 y custodiado este sábado por decenas de militares y barreras con alambres.
Los organizadores estimaron en "50.000" el número de manifestantes.
"Queremos presionar no solo para que se cumplan las promesas de los países, sino también para que no se acepte ningún retroceso" en la lucha climática, dijo a la AFP la brasileña Txai Suruí, de 28 años, cara visible del movimiento indígena de las últimas COP.
- Tumbas de fósiles -
Los cánticos ambientalistas se mezclaban con ritmos locales como el Brega -una música pop- sonando fuerte en altoparlantes.
Algunos manifestantes portaron tres grandes tumbas para "enterrar" simbólicamente el petróleo, el gas y el carbón.
Con gran mayoría brasileña y algunos extranjeros, el movimiento ambientalista llamó a manifestarse masivamente, después de que en las últimas tres COP en Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán ninguna ONG considerara seguro tomar las calles.
Muy presentes en la marcha, donde algunos portaron lanzas, arcos y flechas, los pueblos indígenas de la Amazonía fueron protagonistas de la primera semana de la COP tras haber chocado el martes con las fuerzas de seguridad que custodiaban la zona restringida de negociaciones.
"Necesitamos más representantes adentro para defender nuestros derechos, nuestra selva vive una masacre", dijo a la AFP Benedito Huni Kuin, de 50 años, del pueblo indígena homónimo en Acre, norte de Brasil.
Los pueblos amazónicos piden atención a problemas históricos como la preservación de sus territorios.
También acudió a la marcha la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, quien ha mostrado reservas sobre un megaproyecto del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para la exploración petrolera marítima cerca de la Amazonía.
"A pesar de nuestros desafíos y contradicciones, tenemos que hacer la hoja de ruta" para salir de los combustibles fósiles, dijo la ministra, en apoyo a una idea de Lula en la COP y alentada por otros países como Francia y Colombia.
La secretaria de Estado británica por el Clima, Katie White, declaró a la AFP que a su país "le gustaría ver un resultado" al respecto.
Sin embargo, estos países deberán hacer frente a la oposición de naciones petroleras, como Arabia Saudita.
- Deberes para el lunes -
Brasil abrió el lunes la COP con el pie derecho al lograr un consenso sobre la agenda de la reunión, pero lo hizo a costa de postergar la discusiones sobre los temas más espinosos.
Tras la primera semana, no hubo avances sobre esos puntos -financiamiento climático, metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y barreras comerciales- y las consultas siguen en marcha.
Se resignó a anunciar para el domingo la publicación de una "nota" que solo resumirá las posiciones de cada uno, con el objetivo de "estructurar las conversaciones": una especie de lista de deberes para los ministros que llegarán a Belém el lunes, para los últimos cinco días de la COP, que se realiza por primera vez con la ausencia de Estados Unidos.
F.Weber--BVZ