

El hielo en la Antártida alcanza su tercer pico invernal más bajo en medio siglo
La superficie helada del mar en la Antártida alcanzó su tercer nivel más bajo de invierno en casi medio siglo de monitoreo satelital, dijeron investigadores este martes, destacando la creciente influencia del cambio climático en el polo sur del planeta.
Cada año durante el invierno del hemisferio sur, el océano alrededor de la Antártida se congela muchos kilómetros alrededor del continente. Su máximo alcance ocurre usualmente entre septiembre y octubre, antes de que inicie el ciclo de deshielo.
El hielo alcanzó este año su pico máximo el 17 de septiembre, cuando llegó a casi 18 millones de kilómetros cuadrados, según cifras preliminares del Centro nacional de datos de nieve y hielo de la Universidad de Colorado Boulder.
La cifra de 2025 es la tercera más baja detrás de 2023 y 2024 que fueron las más bajas en 47 años de mediciones. Los últimos tres años han estado muy por debajo de datos históricos normales.
El investigador científico senior Ted Scambos, de la Universidad de Colorado en Boulder, dijo a la AFP que, hasta 2016, las mediciones del hielo marino antártico mostraban "un aumento errático pero leve a lo largo del tiempo".
Pero "lo que parece estar pasando es que el calentamiento global del océano se está mezclando con el agua más cercana a la Antártida", lo que significa que el cambio climático finalmente alcanzó los mares congelados más al sur del continente.
El hielo flotante no aumenta el nivel del mar cuando se derrite. Pero su retroceso reemplaza con agua azul oscura las superficies blancas que reflejan casi toda la energía del Sol de vuelta al espacio. Y absorbe la misma cantidad de energía, en vez de devolvela.
El hielo marino también actúa como un amortiguador estabilizador. Evita que la capa de hielo antártica entre al océano y que amplifique la subida del nivel del mar. Además reduce el impacto de las olas antes de que lleguen a la costa y disminuye el efecto de los vientos sobre el océano.
Por otro lado, también desencadena un efecto opuesto. "Podríamos ver más nevadas en la Antártida, porque el aire húmedo sobre el océano estaría más cerca de la costa... Las tormentas que lleguen a la capa de hielo llevarían más humedad y, por lo tanto, producirían más nevadas sobre el continente, lo que compensaría el aumento del nivel del mar", dijo Stamos.
La capa de hielo de la Antártida contiene suficiente hielo terrestre como para elevar los mares e inundar las costas bajas de todo el mundo. Pero tal impacto catastrófico probablemente ocurriría a lo largo de siglos.
El 90% del calor generado por el calentamiento global causado por el hombre es absorbido por los océanos.
M.Kraus--BVZ