

En el corazón manufacturero de China, empresas hacen frente a los aranceles de Trump
Shuai Hang pasó una semana sin trabajar luego de la entrada en vigor de los estratosféricos aranceles estadounidenses sobre los productos chinos, que redujeron al mínimo el envío de paquetes a Estados Unidos desde la bodega donde trabaja.
Pero el martes, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara la extensión de una tregua en esos gravámenes, el depósito en el centro manufacturero de Cantón, en el sur de China, estaba en plena actividad con trabajadores que cargaban camiones con paquetes de ropas y artículos de cocina.
Muchos tienen como destino clientes estadounidense del gigante chino del comercio por internet Temu.
"Los aranceles impactan nuestra vida cotidiana", comentó Shuai, de 31 años, cuyo salario mensual de más de 10.000 yuanes (1.400 dólares) había caído en un tercio.
"Si los aranceles están bajos, hay más envíos y tenemos mejores ingresos", señaló.
La política arancelaria de Trump ha trastornado el comercio mundial y provocó un toma y daca con Pekín.
Pero en mayo, las dos mayores economías del mundo acordaron una frágil tregua en la que cada uno redujo los aranceles al otro.
El lunes, Trump extendió ese acuerdo hasta noviembre cuando estaba a horas de su vencimiento.
En el auge de los aranceles, recordó Shuai, "no había un solo camión" que cargar con mercancías, por lo que no había trabajo para él en la compañía de logística Weijiang, de Cantón.
En general, los envíos cayeron 20% en mayo, según el fundador de Weijiang, Xiong Wei, y Estados Unidos representa un cuarto de sus ventas al exterior.
Pero la actividad se recuperó desde julio, indicó.
Xiong dice que el fin de la tregua de 90 días no lo hizo perder el sueño porque confiaba en su renovación.
"En mayo estuvimos preocupados, pero ahora somos indiferentes", sostuvo.
- Cartas barajadas -
En estos días, la bodega despacha 100 toneladas de paquetes cada 24 horas, y la compañía de Xiong recientemente instaló su propia bodega en Chicago.
En muchas formas, la incertidumbre generó oportunidades para empresas logísticas pequeñas como la suya, indicó el gerente Chen Weiyan, porque tuvieron la posibilidad de expandir su mercado.
"Se volvieron a barajar las cartas", indicó.
Aún así Shuai, quien empaca de tres a cuatro toneladas diarias en un camión, dice que sigue de cerca las noticias sobre los aranceles.
"Para quienes hemos viajado más de 1.000 kilómetros para trabajar aquí, definitivamente no queremos estas pausas largas. Todos queremos ganar más dinero", afirma este trabajador de la provincia vecina de Guizhou.
Trabajar en la bodega es menos agotador que en una construcción, y obtener un ingreso se ha vuelto más difícil los últimos dos años, comentó.
Chen, el gerente, es optimista.
"No vamos a desistir de este mercado", aseguró. "La gente en Estados Unidos necesita nuestros productos".
A.Sauer--BVZ